Walter Humala, un cantor sentenciado en tiempos de censura
TikTok se ha convertido en el escenario de una ola de solidaridad con Walter Humala. El cantautor ayacuchano, tras sufrir censura en el Gran Teatro Nacional y la reciente condena de 15 años, ha visto cómo sus canciones se viralizan, convirtiéndose en un himno de resistencia y expresión popular. Miles de usuarios comparten videos cantando sus temas, demostrando que su música trasciende las barreras y se convierte en un símbolo de lucha.
Walter Humala, sin proponérselo, se ha convertido en el rostro, la voz y la melodía del caso Perseo.
Me hice artesano del canto,
obrero de la guitarra
cantando con el torrente
de los ríos encrespados
no me pidan penas de amor
de los gorriones de altura
aprendí a cantarle al alba
(canción: Artesano del canto)
Hace algunos días se dictó sentencia en el caso Perseo, un proceso judicial que investigó a presuntos integrantes del Movadef. De los 43 acusados, solo 8 fueron absueltos, mientras que 35 recibieron penas, entre ellos el cantautor Walter Humala, condenado a 16 años de prisión. Esta resolución, en palabras de Humala, se enmarca en un “contexto más amplio de persecución política” que afecta al Perú en los ámbitos “político, económico, ético y moral”. El caso y la situación de Humala han generado debate en torno a la libertad de expresión y la criminalización de quienes disienten del pensamiento oficial.
La censura
Walter Humala, miembro del Dúo Arguedas junto a su hermano Julio, lleva décadas en la escena musical peruana, interpretando y componiendo canciones que denuncian las injusticias sociales. Su obra refleja una postura crítica frente a las autoridades y se alinea con los sectores que buscan cambios profundos en el país. Sin embargo, el camino no ha sido fácil: en su propia voz, "es evidente que se está criminalizando el pensamiento disidente. Asistimos a una imposición global de un pensamiento único que busca uniformizar incluso las expresiones artísticas y reducir el nivel intelectual de la población. Quienes pensamos diferente somos silenciados, perseguidos y acosados".
La censura lo alcanzó hace unas semanas, cuando, sin explicaciones oficiales, él y su hermano fueron impedidos de actuar en el Gran Teatro Nacional. Este acto, que sorprendió tanto al público como a los organizadores, fue visto como un claro intento de callar las voces críticas en la escena cultural peruana.
La miseria se hizo poema
el hambre se hizo canción
y la herida encadenada a la indolencia
para calmar su dolor se convirtió en rosa roja.
(canción: La rosa roja)
La persecución y el peso de la sentencia
La historia de Humala en el contexto de persecución política no es nueva. “He sido víctima de esta persecución durante más de una década”, sostiene. En 2014, fue detenido como parte de las investigaciones del caso Perseo, aunque fue liberado en aquel entonces. Sin embargo, con esta última sentencia, el Estado vuelve a poner su obra y su persona en la mira. Para Humala, esta condena no solo es una cuestión judicial, sino una muestra del clima represivo que se vive en el país.
Humala denuncia que, mientras personas como él, “quienes defendemos la humanidad”, están siendo criminalizadas, “los verdaderos delincuentes parecen gozar de mayor protección”. Según sus palabras, el rechazo de la población hacia el actual gobierno refleja el descontento con un modelo que reprime las voces que proponen un cambio y que “genera múltiples problemas” que requieren soluciones estructurales, como una nueva Constitución.
La palomita pensó con pena
al vez se ha ido con otro amor,
lejos estaba esa paloma de
imaginar la verdad.
Su fiel palomo había muerto
por la crueldad de un cazador,
crispa mis manos la rabia
(canción: Dos palomitas)
La sentencia ha encontrado al autor de “La rosa roja” en un momento personal particularmente difícil. Su esposa es adulta mayor, y él asume la responsabilidad principal del cuidado de su hijo, quien tiene necesidades especiales. Esta situación aumenta la carga emocional que acompaña su condena, dejando en evidencia la lucha que enfrenta tanto en el ámbito personal como en el público.
Humala agradece profundamente “el apoyo incondicional del pueblo peruano” y hace un llamado a la unidad: “Es fundamental que todos aquellos que desean un cambio en el país se unan y trabajen juntos”. En medio de esta situación, la figura de Walter Humala se convierte en símbolo de un Perú donde las voces disidentes se ven cada vez más presionadas, mientras sus canciones siguen resonando en quienes buscan justicia y equidad en el país.
*Esta entrevista fue realizada el mismo día que se conoció la sentencia.
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