Alarma global: Una de cada cuatro adolescentes sufre violencia en pareja, según la OMS
Un reciente estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicado en The Lancet Child & Adolescent Health, ha revelado una alarmante realidad: una de cada cuatro adolescentes que han estado en una relación ha experimentado violencia física o sexual por parte de su pareja. Esta cifra subraya la urgencia de abordar un problema que afecta a millones de jóvenes en todo el mundo.
Según el informe, el 24% de las chicas entre 15 y 19 años han experimentado algún tipo de violencia por parte de una pareja masculina a lo largo de su vida.
La prevalencia de la violencia varía significativamente según la región. Las zonas más peligrosas para las adolescentes son Oceanía, con un alarmante 47%, y África subsahariana central, donde el 40% de las jóvenes han sido víctimas de este tipo de abusos. En contraste, Europa central y Asia central registran las tasas más bajas, con un 10% y 11% respectivamente. España, aunque se sitúa en el grupo de prevalencia más baja, todavía reporta un 12% de adolescentes afectadas.
Estos datos reflejan una tendencia en la que los países con mayores ingresos, un mayor número de niñas en educación secundaria, y mayor igualdad de género, tienden a tener menores tasas de violencia en las parejas adolescentes.
La OMS destaca que la violencia de pareja a edades tempranas tiene un impacto devastador y duradero en la salud de las adolescentes. Las víctimas tienen un mayor riesgo de sufrir lesiones físicas, desarrollar depresión y trastornos de ansiedad, enfrentarse a embarazos no deseados, e incluso contraer infecciones de transmisión sexual. Estos efectos no solo perjudican el bienestar inmediato de las jóvenes, sino que también pueden tener repercusiones a largo plazo en su vida adulta.
A pesar de las preocupantes cifras, el estudio ofrece un rayo de esperanza. La alta variabilidad en la prevalencia de la violencia entre diferentes regiones, así como la fuerte asociación con factores contextuales del país, sugieren que esta violencia puede ser prevenida y erradicada. La educación, la igualdad de género y las leyes de protección son claves para reducir estas cifras.
La OMS subraya la necesidad urgente de reforzar los servicios de apoyo y prevención precoz, y destaca la importancia de educar tanto a niños como a niñas sobre relaciones sanas desde la escuela. Además, la organización insiste en la necesidad de garantizar la igualdad de derechos de propiedad para las mujeres y erradicar prácticas nocivas como el matrimonio infantil.
Sin embargo, la OMS critica que ningún Estado esté en vías de cumplir con la meta de eliminar la violencia contra mujeres y niñas para 2030, como se había planteado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Este llamado de atención pone de relieve la urgencia de implementar políticas más efectivas y centradas en la prevención de la violencia de género.
El estudio de la OMS es un recordatorio poderoso de que, aunque la violencia de pareja en adolescentes sigue siendo un problema global, es posible reducir su prevalencia con políticas adecuadas y un compromiso firme por parte de los gobiernos y la sociedad. La erradicación de esta violencia no solo mejorará la salud y el bienestar de las jóvenes, sino que también contribuirá a la construcción de sociedades más justas y equitativas.
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