Gigante farmacéutico abandona a diabéticos por productos para bajar de peso
La compañía farmacéutica danesa Novo Nordisk, conocida por sus millonarias ganancias gracias a medicamentos para bajar de peso como Ozempic y Wegovy, ha decidido dejar de producir plumas de insulina humana, una herramienta vital para millones de diabéticos, especialmente en países en desarrollo. Esta medida, impulsada por la creciente demanda de sus productos para adelgazar, ha generado fuertes críticas de activistas, quienes acusan a la empresa de priorizar las ganancias económicas sobre la salud de millones.
En lugar de las plumas, que son fáciles de usar y más precisas, los pacientes deberán recurrir a antiguos viales de vidrio y jeringas, métodos obsoletos que requieren mayor cuidado en su manejo. En Sudáfrica, donde los pacientes dependen de la insulina para sobrevivir, muchos se ven obligados a volver a estas técnicas arcaicas, lo que pone en riesgo su salud. Activistas y organizaciones como Médicos Sin Fronteras (MSF) han denunciado que la decisión responde a los intereses comerciales de la compañía, que busca maximizar sus beneficios aprovechando el aumento de la demanda de productos para bajar de peso en países más ricos.
Mientras tanto, las plumas de insulina análoga, una opción más avanzada pero considerablemente más costosa, seguirán estando disponibles, aunque su elevado precio las hace inaccesibles para muchos pacientes en países en desarrollo. Un estudio de MSF y T1International reveló que el 82% de los pacientes preferiría seguir usando plumas en lugar de regresar a viales y jeringas.
A pesar de las críticas, Novo Nordisk niega que esta decisión esté relacionada con el aumento en la producción de medicamentos para perder peso. Un portavoz de la empresa mencionó que la interrupción se debe a "limitaciones de capacidad" y aseguró que están dialogando con autoridades sanitarias para garantizar el acceso a los tratamientos necesarios. Sin embargo, las organizaciones que trabajan con pacientes diabéticos advierten que esta medida ampliará aún más la brecha de atención entre países ricos y aquellos con menos recursos.
Esta controversia ha vuelto a poner en el centro del debate los precios de la insulina y la concentración de su mercado, dominado por tres grandes compañías, entre ellas Novo Nordisk. Los críticos argumentan que esta situación ha permitido un incremento desmedido en los precios, y exigen que se ofrezcan precios más bajos para todos los dispositivos de insulina, alegando que incluso a precios reducidos las farmacéuticas seguirían obteniendo ganancias sustanciales.
Con información de The Guardian.
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