Estado de emergencia en el Corredor Vial Sur: seis meses de restricciones y conflictos sociales
Por Redacción El Salmón
El estado de emergencia en el Corredor Vial Sur Apurímac-Cusco-Arequipa ha sido extendido por 30 días adicionales, a partir del 4 de julio de 2024. Esta prórroga, que se suma a las anteriores, ha dejado a la población de la zona con derechos restringidos durante seis meses.
La medida, que limita la libertad de tránsito, reunión y seguridad personal, ha sido implementada con el objetivo de mantener el orden interno en una región que alberga importantes proyectos mineros como Las Bambas, Constancia y Antapaccay. El control del orden está a cargo de la Policía Nacional, con el apoyo de las Fuerzas Armadas.
El gobierno ha justificado el estado de emergencia como necesario para garantizar la seguridad en la zona, marcada por tensiones entre las comunidades locales y las empresas mineras. Las comunidades han manifestado su descontento y exigen que se atiendan sus demandas. Sin embargo, expertos señalan que esta medida no está siendo efectiva para resolver los conflictos sociales, sino que los está agravando.
Las personas que viven en el Corredor Vial Sur están privadas de sus derechos fundamentales, una situación que ha llevado a la desnaturalización de lo que debería ser una medida excepcional. Los conflictos sociales persisten sin resolverse y existe el riesgo de que la situación empeore.
Henrry Vásquez, de CooperAcción, critica el estado de emergencia, considerándolo una señal de que las empresas mineras no pueden resolver los conflictos con las comunidades. Ana Leyva, también de CooperAcción, sostiene que esta medida se está utilizando incorrectamente para controlar los conflictos sociales. Ambos expertos coinciden en que la única forma de resolver la situación es a través del diálogo y la búsqueda de soluciones pacíficas.
El estado de emergencia en el Corredor Vial Sur fue declarado por primera vez el 30 de enero de 2024 y ha sido prorrogado en varias ocasiones mediante decretos supremos. Esta vía es una de las más importantes del país para el transporte de minerales, lo que subraya la relevancia económica y estratégica de la región.
Mientras el estado de emergencia se prolonga, las comunidades del Corredor Vial Sur continúan viviendo en un clima de tensión y restricciones, esperando que el diálogo y las soluciones pacíficas prevalezcan para resolver los conflictos que los afectan.
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