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Cayaltí: una herida abierta en la historia del Perú ahora en un documental




La masacre de Cayaltí, ocurrida en noviembre de 1950, es uno de los episodios más oscuros de la historia reciente del Perú. En el pequeño distrito de Lambayeque, cerca de 120 trabajadores agrícolas fueron asesinados durante una protesta por mejores condiciones laborales. Este hecho, a menudo ignorado por la historiografía oficial, simboliza las profundas desigualdades sociales de la época.


Un Perú de contrastes y tensiones


En la década de 1950, Perú vivía bajo el régimen autoritario de Manuel A. Odría, conocido como el "Ochenio de Odría" (1948-1956). Su gobierno favorecía a las élites agroexportadoras y mantenía una política de represión contra cualquier manifestación de descontento social. La tierra, fuente principal de riqueza, estaba en manos de pocos: terratenientes y empresas extranjeras controlaban grandes haciendas como Cayaltí, donde los campesinos trabajaban en condiciones de explotación extrema.


La situación laboral era crítica. Los trabajadores agrícolas enfrentaban largas jornadas con salarios mínimos, mientras que los precios de productos básicos como el arroz aumentaban, reduciendo aún más su poder adquisitivo. En este contexto, las huelgas y protestas campesinas comenzaron a multiplicarse, desafiando el orden establecido.


El desenlace trágico en Cayaltí


En noviembre de 1950, los trabajadores de la hacienda Cayaltí iniciaron una huelga para exigir mejores salarios y condiciones laborales. Sin embargo, su protesta fue enfrentada con violencia. La administración de la hacienda, respaldada por la policía, reprimió brutalmente a los manifestantes. Testigos recuerdan cómo la policía disparó indiscriminadamente, persiguiendo a los campesinos por las calles y dejando un saldo aproximado de 120 muertos.


Lejos de investigarse, este crimen quedó en el olvido. No hubo responsables políticos ni penales, lo que reflejó el desinterés del Estado por las demandas de la clase trabajadora.


La lucha campesina y su contexto


La masacre de Cayaltí no fue un hecho aislado. Formó parte de un ciclo de tensiones sociales que culminaría dos décadas después con la Reforma Agraria de 1969, liderada por el general Juan Velasco Alvarado. Este proceso redistribuyó tierras y cambió radicalmente la estructura agraria del país, pero llegó demasiado tarde para las víctimas de Cayaltí.


Durante el régimen de Odría, el Estado no solo ignoró estas demandas, sino que también reprimió con dureza cualquier intento de organización campesina. La Ley de Seguridad Interior del Estado permitió criminalizar protestas, lo que favoreció un clima de impunidad para masacres como la de Cayaltí.


Recuperando la memoria


Hoy, más de 70 años después, la masacre de Cayaltí sigue siendo un episodio olvidado por muchos. Sin embargo, iniciativas como el documental Cayaltí 1950, dirigido por Eduardo Ganoza y Wilder Álvarez, buscan rescatar este capítulo de la historia peruana. A través de testimonios de testigos y sobrevivientes, el mediometraje documenta los hechos y promueve una reflexión sobre la desigualdad, la represión y la lucha por los derechos laborales en el Perú.


Esta producción cinematográfica, creada por Gawalpop Studios, recorre actualmente cineclubs de diversas regiones, con el objetivo de difundir este suceso entre las nuevas generaciones y fomentar el debate sobre la memoria histórica.


Un mensaje de justicia y memoria


La masacre de Cayaltí es un recordatorio de las injusticias que marcaron al campesinado peruano durante el siglo XX. Reconocer y recordar estos hechos no solo honra a las víctimas, sino que también fomenta una sociedad más consciente de los derechos laborales y humanos. La historia, aunque trágica, debe ser contada para evitar que estas heridas vuelvan a repetirse.


Ficha Técnica


Título: Cayaltí 1950


Duración: 40 minutos


Género: Documental


Dirección: Eduardo Ganoza y Wilder Alvarez



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