Aranceles viajan en un Trump descarrilado
- Eduardo Recoba
- 8 abr
- 6 Min. de lectura

Como si se tratara de un Charlton Heston [en vida, también republicano y ultra conservador] interpretando a un Moisés -en la película de 1956 “Los diez mandamientos” de Cecil B. DeMille cargando las Tablas de la Ley- pero sin el carisma del actor, el 47mo. presidente de los Estados Unidos levantó entre el miércoles 3 y jueves 4 de abril unos cuadros que mostraban el listado de países sujetos a las tarifas arancelarias y el monto de estas.
Repercusiones tempranas
De acuerdo con economistas, bancos, fondos y firmas gestoras de activos consultadas desde Nueva York, Tokio y Frankfurt el primer mandatario de la economía más poderosa del planeta -Donald Trump [78]- “o no conoce cómo funciona la dinámica de los mercados internacionales o simplemente no conoce cómo funcionan los mercados desde su concepto más básico”, dicen en reserva por operar con fondos en materias primas y otros activos.
Tras 24 horas de haber ejecutado el llamado “Día de la Liberación”, Trump -acostumbrado a ser el centro de atención- mostró desde el salón oval de la Casa Blanca un rol de porcentajes arancelarios y países sujetos a estos, donde la Zona del Euro y China salieron como los más golpeados, y Latinoamérica como la región donde el ex actor de cameos de películas baratas de los años 90 se mostró indulgente.
“El presidente de los Estados Unidos lanza su ‘Día de la Liberación’, que más parece un día de furia y odio hasta para sus aliados: hay tasas del 20% a las importaciones desde la Unión Europea, 34% contra China y un 10% al resto del mundo”, indicaba la analista del Huffington Post, Carmen Rengel.
El efecto precoz sobre la variación del índice de precios al consumidor [IPC] o inflación se observará desde ese día en los vehículos; el Departamento de Transporte de los Estados Unidos ya advertía de una media de avance en el precio de camionetas SUV -muy populares entre los estadounidenses y votantes de Trump- de US$ 9.000 entre enero y febrero.
“Los automóviles [ligeros y pesados se entiende] suben de precio desde hoy”, acota Rengel en su informe; quedando el cálculo anterior “corto”, pues el incremento puede bascular entre una horquilla de US$ 2.500 a US$ 20.000 con el gravamen del 25% vigente desde aquel jueves.
“El narcisismo de él [Trump] llevará al planeta a un nuevo apagón inflacionario y recesivo tras cinco años desde la COVID 19”, advierten economistas y firmas gestoras de activos en consenso consultadas en confidencialidad contractual por operar fondos de riesgo.
Mercados y activos
El daño que sobre los mercados se ha ejecutado puede ser perpetuo, señalan los testigos del mercado.
El índice industrial Dow Jones [DJI] caía aquel “jueves negro” -y a media sesión- en -3,18% interdía; S&P en -3,81%; NASDAQ, que hasta hace dos meses albergaba a las rentables tecnológicas, entre ellas a las siete magníficas se desplomaba en -4,4%; el alemán DAX en -2,93%; el NIKKEI japonés en -2,77%.
El dólar estadounidense -en simultáneo- sale debilitado: el contrato sobre el índice dólar [DXM5] ataba ese día en 101,607 puntos, lastrando de un recorte de -1,82% [el 12 de enero, el DXM5 ataba de 110 puntos].
TESLA, la compañía del fiel guardián de los intereses de Trump -Elon Musk, recordado por sus saludos que nos llevaban a la Europa totalitaria del siglo pasado y su apoyo directo al partido alemán de extrema derecha Alternative für Deutschland [AfD]- se desbarrancó en US$ 267,58 la acción o -5,15% interdía [tras US$ 483,99 la acción el 16 de diciembre de 2024].
APPLE resultó -de las siete magníficas- una de las más golpeadas con US$ 205,71 por papel o un desplome de -8,12% interdía en el jueves negro. Ello, tras haber tocado crestas de US$ 260 el papel el 25 de diciembre del 2024.
Los inversionistas, ante la vertiginosa caída de los mercados, han optado por activos refugios, advierten economistas y firmas gestoras de activos.
El miedo se cata en los mercados desde que economistas y firmas gestoras recomiendan “ventas fuertes” sobre un amplio abanico de acciones; entre ellas, las siete magníficas tecnológicas.
Oro: el ganador
No obstante la toma de ganancias actual sobre el oro y la corrección del precio de este, el contrato a junio 2025 sobre el oro [GCM3] llegó -ese jueves- a una cifra récord de US$ 3.130,61 la onza troy, o un recorte técnico de -1,12% interdía; pero con una recomendación -de economistas y firmas gestoras- de “compra fuerte” pese al precio y al cierre futuro de dos meses.
“¿Con un oro caro y el contrato de este a dos meses y se recomienda ‘compra fuerte’?; hay sangre en el agua y la huelen los tiburones de Wall Street”, dicen los testigos del mercado.
El oro al contado ata de US$ 3.109,11 la onza troy, o un cambio estadístico de -0,77% interdía; no obstante y a ese precio, economistas y firmas gestoras, recomiendan “compras fuertes”.
Los testigos del mercado aun porfían -pese a las tomas de ganancias sobre el metal noble- en precios cuya horquilla puede andar entre US$ 3.250 a US$ 3.500 la onza troy a cierre de año: “gracias” Trump, “gracias” bancos centrales, “gracias” Reserva Federal [FED] y su tasa de referencia de corto plazo, “gracias” inflación y recesión estadounidense.
Impacto profundo
El “Día de la Liberación” no se trata de otra cosa que un duro golpe -a través de la amenaza arancelaria- que el presidente republicano y ultra conservador además de prontuariado ha registrado contra “el comercio global, el multilateralismo y a relaciones ordenadas entre países”, dice Carmen Rengel del Huffington.
“Todo el planeta es hoy un enemigo [para Trump], salvo algún tirano”, agrega la analista.
Trump habla de que el planeta “le hizo mucho daño a Estados Unidos”.
Interesante. ¿Cómo una economía -como la estadounidense- pudo ser sujeto y objeto de daño cuando provocó históricamente golpes de Estado, invasiones y guerras desde el continente americano hasta el Cercano y Lejano Oriente?
Elon Musk moderado
No obstante se puede decir que, de todo esto, hubo un milagro previo a la Semana Santa.
Elon Musk, director ejecutivo o CEO en inglés de Tesla [TSLA] -con oficinas principales en Austin, Texas- y funcionario del Gobierno estadounidense señaló ante una audiencia de La Liga [un partido de extrema derecha de Italia] el 5 de abril pasado que esperaba que Estados Unidos y Europa “puedan establecer una asociación muy estrecha”.
Sí, realmente dijo eso.
Y con una voz compungida a propósito de los aranceles impuestos por su empleador, Trump, el magnate agregó -en simultáneo- que él espera que se llegue a un arancel cero entre ambos bloques comerciales.
Sí, nuevamente: realmente lo dijo.
Atrás quedó el Musk que saludaba en febrero levantando el brazo en un gesto que hacía recordar los regímenes totalitarios nacionalistas de Alemania, Italia y España de los años 30 y 40 del siglo pasado; atrás quedó el Musk que brindó su apoyo a partidos de ultraderecha alemanes como el Alternative für Deutschland [AfD]; y atrás quedó el Musk que -con voz de cadete de la Naval- argumentó ante un medio que “La debilidad del hombre occidental es la empatía”.
Falta de empatía que llevó al departamento que dirige Musk [la Oficina para la Eficiencia Gubernamental (DOGE en inglés): un ente prácticamente inventado por Trump ¿en agradecimiento por el aporte de Musk a la campaña?] a despedir a cientos de funcionarios de carrera en sectores clave como salud, educación, cultura, cuentas nacionales y asistencia social local e internacional.
El cambio de tono y de lenguaje corporal del mega millonario lo registró tras un trimestre negro para las acciones de su compañía, y puntualmente después de una semana aun más desastrosa en bolsa para la de Austin, Texas; donde la caída de la acción marcó dos dígitos en negativo al cierre del mercado del pasado viernes 4.
Las declaraciones de Musk ante el partido neofascista italiano La Liga, fueron el sábado 5 de abril.
Previamente, la tejana -entre el 3 y 4 de abril- y según economistas y firmas gestoras perdió alrededor de US$ 18.000 millones en la jornada bursátil neoyorquina.
Fue en aquel ecosistema que Musk tuvo que comparecer ante sus “camaradas ideológicos” italianos liderados por el heredero de Benito: Mateo Salvini.
¿De ahí la epifanía en Musk? ¡Vamos¡ ¡Hay que sentir empatía por él!
Habla la patronal estadounidense
Los gremios fabriles en los Estados Unidos no están convencidos del todo a propósito de los gravámenes de Trump, y esto debe [debería] ser una “bandera roja” para Trump: otro empresario, heredero pero empresario a fin de cuentas.
“Los aranceles corren el peligro de causar graves daños a los fabricantes, trabajadores, familias y exportadores locales. El daño a la economía local aumentará cuanto más tiempo se mantengan los aranceles y podría verse exacerbado por represalias”, indica una patronal citada por Rengel del Huffington.
“La imposición de aranceles a las exportaciones incrementarán los precios para los consumidores estadounidenses y perjudicarán la economía". Instamos a los responsables políticos a que, en cambio, enfoquen sus esfuerzos en acelerar la agenda a favor del crecimiento”, insta otro gremio.
De pingüinos y focas
Los responsables políticos en diseñar las “tablas arancelarias”: posiblemente los mismos asesores que incluyeron la semana pasada a un periodista en un chat privado del Departamento de Defensa compartiendo detalles de un ataque estadounidense contra rebeldes hutíes en Yemen; bien, estos funcionarios añadieron al rol a dos islotes antárticos -las islas Heard y McDonald- dos formaciones que albergan aves marinas y mamíferos.
¿Será que Trump desea imponer un arancel del 10% a pingüinos y focas así como a ballenas?
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